Sábado, Noviembre 02, 2024
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El día 14 del primer mes al atardecer es la pascua del Señor (Lev 23, 5). Esta prescripción que la han guardado los judíos de todas las épocas, comenzó a celebrarse en Egipto. Es una comida rápida de gente nómada al final de la jornada pastoril. Israel asoció esta fiesta a su liberación histórica. Si para los pastores era el transito de la muerte o la vida en la naturaleza, para Israel es el paso de la esclavitud (muerte) a la libertad (vida). Juan evangelista se sirve de este trasfondo para interpretar la muerte de Jesús a la luz de la Pascua. No sólo su muerte, también a presentado a Jesús como cordero de Dios. Aplica detalles del día, de la hora y la comida del Cordero Pascual a la muerte de Jesús en la Cruz (Era el día de la Preparación de la Pascua, alrededor del mediodía). La marca de la sangre nos libera de la muerte, el agua del costado nos lava para entrar en el Reino de Dios. La muerte (el ángel exterminador) pasó de largo; quedaron liberados para emprender la marcha.

En esta Santa Misa, que nos recuerda la Ultima Cena que Jesús comió con Sus apóstoles, vemos cómo Cristo nos amó en extremo. Ese amor de Jesús se manifiesta hoy en los tres regalos más maravillosos que El nos dio ese Jueves Santo: el nuevo mandamiento, Su sacerdocio, y Su precioso Cuerpo y Su preciosa Sangre en la Sagrada Eucaristía.

En el registro de los Evangelios encontramos que antes de que el Jesús ofreciera su preciosa vida perfecta en sacrificio por sus discípulos y por la entera humanidad para redimirlos del pecado y la muerte, celebró con sus discípulos lo que sería para ellos la última Pascua. (Mateo 26:17-29 Marcos 14:12-26 y Lucas 22:7-20)

Las Escrituras relatan que en esa ocasión, mientras comían, el Señor tomó pan, y habiendo dado gracias, lo partió y les dio, diciendo: "Tomad, esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado". Luego tomó la copa, dio gracias, y les dio diciendo: "Bebed de ella todos; porque esto es mi sangre del Nuevo pacto que por muchos es derramada, para remisión de los pecados."

En la Iglesia de Santiago Apóstol se celebra esta Misa Solemne con la colaboración de la Cofradía, pues desde hace muchos años la Cofradía ha tenido un papel importante en esta Eucaristía ya que doce hermanos representan a los doce apóstoles en la Cena del Señor.

En esta celebración el sacerdote lava los pies a 12 miembros de la Cofradía de la Pasión del Señor, como signo de humildad y sencillez que realizó Jesús al lavarle los pies a todos sus discípulos, diciéndoles que ellos se los deben lavar unos a otros, "en verdad les digo que el siervo no es más que su señor, ni el enviado más que quien lo envió" (San Juan 13, 16)

Después de la Santa Misa, Jesús Sacramentado es llevado en Procesión al Monumento. Allí se reservará para la Adoración del Pueblo de Dios en esta jornada eucarística por excelencia.

Al terminar la celebración, los hermanos de la Cofradía que han participado en el lavatorio y los sacerdotes que han celebrado la Eucaristía comparten unas torrijas y un vino dulce en los salones parroquiales para, posteriormente, hacer la visita a los monumentos de la ciudad de Guadalajara hasta que llega la hora de comenzar los preparativos para la estación de penitencia de la Cofradía de la Pasión del Señor. Esta procesión, exclusiva de nuestra Cofradía, tiene su salida en Santiago Apóstol a las 23:00 horas.

Video fotografías, Lavatorio de los Apóstoles. Semana Santa 2019.